12.09.2004

un día más

La vida sigue... día por día... pero... No.
De hecho la vida se contruye segundo a segundo... pero... no, no, tampoco.

Inventamos los días, las horas, los minutos, y los segundos y sus fracciones, pero la vida existía desde antes de que nos dedicaramos a fraccionar la existencia en intervalos regulares.

Obvio, la regularidad existe... pero... no. tampoco.

Lo que sucede es que históricamente intentamos interpretar una realidad contínua en términos discretos... ¿pero por qué?

Las teorías matemáticas arrancan desde los conteos discretos, facilitados por las características físicas del ser humano cuyas partes corporales visibles son fácilmente identificables en forma discreta: los dedos de una mano, por ejemplo.

Pero la aparición de las matemáticas en su forma más rudimentaria facilitó la interpretación del universo entero en términos discretos: los griegos sugirieron la compsición de la materia en átomos, partículas que consideraban últimas e indivisibles de la materia...

Y en gran parte gracias a esta costumbre histórica de discretizar e interpretar lógicamente que todo debe tener un principio y un fin bien definidos, es que nos cuesta entender cotidianamente que si bien el universo es interpretable en gran medida en forma discreta, eso no quita que si quisíeramos, podríamos intentar entenderlo como algo sin solución de continuidad.

Las pseudo regularidades del universo son interesantes y contundentes, pero también lo son las mínimas desviaciones de muchas de esas regularidades que muchas veces se encuentran y no necesariamente debería interpretarse que expresan estas una regularidad subyacente y tangencialmente confluyente a la verificada en primera instancia.

Dicho todo esto, ahora que mi mente terminó de fijar sus nudos, procedo a seguir disfrutando de la comodidad de lo discreto y facilmente discernible.

1 Comments:

Blogger Victoria said...

Tan vano como seguir preguntándose sobre la eternidad.

miércoles, octubre 01, 2008 10:26:00 a. m.  

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