7.29.2006

Camaleón

Esta es la historia de un hombre capaz de tomar cualquier forma, adaptarse a cualquier situación, en cualquier momento, igual que ese personaje de X-Men interpretado por esa "feísima" mujer llamada Rebecca Romijn-Stamos (creo que el último apellido ya no va, se separó... es que me gusta mucho buscar material sobre mujeres tan espantosas como ella...)
El problema es que la historia no tiene principio, porque odio los principios, sobre todo aquellos cuyas primeras cuatro palabras son "Esta es la historia...".
Si no tiene principio, no tiene final.
Si sabemos que no va a tener final ni tampoco principio, no tiene sentido pensar en un propósito ni razón de ser, simplemente es.
Como las fuerzas naturales que generan el arcoiris, no sirve para nada, nunca se sabe bien donde empieza ni donde termina, y no hace nada más que molestar nuestra vista con unos colorcitos interrumpiendo la azul uniformidad del cielo.

Obviamente, la historia se terminó, antes de empezar. Si la quieren encontrar en estas palabras, allá ustedes, yo sólo les advierto que puede llegar a ser cualquier cosa, e incluso, cuando piensen que de eso se trata la historia, van a estar equivocados porque se trata sobre... algo distinto.

Ríanse mientras puedan.
Cuando terminen de reir ustedes, probablemente empiece a reirme yo, aunque nada me cause gracia.

Sobre el autor de esta historia inexistente:
No tengo idea de quien es, pregúntenle a alguien que lo conozca.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Perdón, no se si es el espacio correcto... acá me mandaron desde allá... si, aquellos... dijeron que usted me va a ayudar con los vectores... no es la tutoría acaso?... no es usted el que explica los finales y principios?... acá traje los ejercicios... eh! señor!... en qué se está convirtiendoooo???

miércoles, enero 31, 2007 6:14:00 p. m.  

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